TEHILIM

Capítulo 7

No te regocijes cuando Dios castiga a tu enemigo, tal como es ingrato el sufrimiento de los justos. David se disculpa ante Dios: él no hizo mal alguno Shaúl --aquel lo trajo sobre sí--, pues sus pensamientos sólo fueron buenos.
 

Capítulo 8

Alabanza a Dios por dar la Torá al mortal en el mundo inferior, suscitando envidia en los ángeles; como decimos [en Iom Kipur]: "Aunque Tu poderío está en los ángeles arriba, deseas alabanza de los formados por materia inferior".
 

Capítulo 9

El hombre debe alabar a Dios por salvarlo del enemigo que desea que sufra, y por juzgar a todos con equidad, al justo por su rectitud y al inicuo por su maldad.
 

Capítulo 10

Cuenta de la prosperidad del malvado; cómo se vanagloria de ello, al grado de decir: "No hay ley ni juez. Dios no observa los actos de los mortales".
 

Capítulo 11

Todas las aflicciones del justo son por su bien, para purificarlo de sus faltas, mientras que el éxito del malvado es a modo de "La riqueza perdura con su dueño, para su detrimento".

Capítulo 12

Un reproche a quienes difaman, calumnian y adulan.
 
Elementos: 7 - 12 de 33
<< 1 | 2 | 3 | 4 | 5 >>